Video | Usted.. ¿se conoce? – 2da. Parte
por Oscar Hernando*
El proceso de autoconciencia emocional es movilizador y gratificante, siempre que lo abordemos de la manera correcta.
No es posible determinar cuáles son nuestras virtudes y defectos, nuestras fortalezas y debilidades emocionales, de la misma forma en que podemos calcular algunas características físicas, por ejemplo nuestro peso corporal.
Estamos muy lejos de tener mediciones objetivas sobre algo tan complejo y personal.
Para saber cómo realmente somos necesitamos un largo camino de aprendizaje, durante el cual nos iremos transformando. Entonces,comenzaremos a ser conscientes también de que todos estamos en permanente cambio.
Las autoevaluaciones para determinar la inteligencia emocional son limitadas. Los cuestionarios, aún los más sofisticados, no pueden contemplar la riqueza y los laberintos de nuestra mente y nuestro comportamiento.
Muchas veces cuando nos evaluamos caemos en las trampas del ego: inconscientemente confundimos quienes somos con quienes quisiéramos ser o cómo deberíamos ser, de acuerdo a nuestras preferencias y a los mandatos imperantes en nuestra familia o en la sociedad. Los test nos pueden dar una idea aproximada, sólo si tenemos ya un cierto grado de autoconocimiento.
A continuación vamos a dar algunas pautas para comenzar este camino de una forma más efectiva.
Para llegar a conocernos profundamente no podemos prescindir de la mirada de los demás.
Es muy importante el aporte de quienes más nos conocen, de los profesionales que guían el aprendizaje y de los compañeros de entrenamiento. Es enriquecedor saber cómo nos ven las personas que comparten momentos de nuestra vida. Veremos que en los diferentes ámbitos en los que nos movemos nos ven, muchas veces, de forma muy distinta. Consciente o inconscientemente, modificamos nuestra conducta según interactuemos con nuestra familia, amigos, pareja, hijos, en el trabajo o con los compañeros de estudio.
Los ejercicios que hacemos para saber qué piensan los demás sobre nosotros deben ser manejados con cautela. Tenemos tendencia a rechazar las críticas sin analizarlas, pero tampoco debemos aceptar automáticamente lo que nos dicen. Cada persona tiene sus propias subjetividades. Lo importante aquí es saber interpretar las devoluciones que nos hagan, cotejarlas con lo que piensan otras personas del mismo ámbito y,si es posible, mantener una conversación sincera con quienes se presten a dar su opinión, para saber por qué nos ven así.
Otro ejercicio muy importante para conocernos mejor es llevar un diario sobre nuestra vida emocional.
Escribir veinte minutos por día sobre lo que nos pasa es terapéutico. Y si lo hacemos con un método determinado, vamos a poder aprovechar mucho mejor el tiempo que le dediquemos. Revisando periódicamente lo escrito, vamos a tener una perspectiva distinta sobre nuestra vida. Veremos por ejemplo, que lo que ayer nos pareció tan terrible y que vivimos con gran angustia o ansiedad, en algún tiempo va a ser solamente una anécdota; que tantas veces nuestras previsiones pesimistas no se cumplieron, y que aún si pasó aquello que tanto temíamos, las consecuencias no fueron tan nefastas, y a veces se convirtieron en el comienzo de un nuevo y mejor camino en nuestra vida.
Estos ejercicios propuestos son detalladamente explicados en el libro “Las claves del equilibrio emocional”, 
de Editorial Dunken.
Como todas las prácticas, las consignas son sencillas.
Lo más importante es la actitud con la que se realizan y la perseverancia para sostenerlas el tiempo necesario.
Cada minuto invertido en nuestro desarrollo personal será jugosamente recompensado, ya que se irá viendo reflejado en un mayor equilibrio emocional, y por ende, en una mejor calidad de vida.
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Oscar Hernando* es Coach e Instructor de Inteligencia Emocional
Contacto: Facebook: Inteligencia Emocional MDQ – 223 505 3029