OPINIÓN | por Patricia Silva, periodista y editora de BAmdq Info.
Se acerca un momento del año en que -conscientes o inconcientemente- hacemos balances.
Malos balances, generalmente. Y digo malos porque hacer un balance de lo actuado en estos trescientos y algo de días, implicaría antes haber fijado objetivos, metas, fechas, en definitiva..haber planificado. Y entonces sí medir cuáles fueron los logros alcanzados.
Y no hay logros, si no hay planificación previa.
No, No estoy hablando de política ni del pais.
No podemos seguir echándole responsabilidades o culpas de lo que nos pasa a los demás. Tenemos que hacernos cargo: hemos venido a este mundo con una única responsabilidad y es hacernos cargo de nosotros mismos. Sí, ya sé, me dirá usted que después adquirimos otras responsabilidades. ¡Felices de ello!
¿o también eso lo hacemos sin pensar ni planificar?
¡Si tan sólo pusieramos al ser humano en el centro de la escena!
Si volvieramos a contemplar las estrellas o a preguntarnos a dónde se fueron los “bichitos de luz”..Si dejaramos por un momento celulares, tablets o lo que sea que pareciera que nos pone más cerca en la charla con alguien que está a 15 mil km de distancia, y no puedo leer los ojos de quién está sentado frente de mi a la mesa..
Sin duda la tecnología es muy buena, tanto como el martillo al carpintero o el buril a alguien que cree que aún puede quitarse escayas. Son herramientas, sólo herramientas. El trabajo de crecer, de aprender -aprender a ser y a dar incluídos- es sólo nuestro.
Tendremos compañeros de viaje, a veces buenos y a veces pareciera que no tanto, pero si no juzgamos, representando cada uno su papel en esta obra de teatro, es que creceremos aún en la experiencia difícil que nos pueda plantear un otro ¿un otro? ¿Hay algo separado de mí que me sea ajeno?
El universo es uno y somos polvo de estrella. Y no es poesía ni religión.
Hoy ya la física cuántica lo ha demostrado. Todo nos afecta a todos. Y es momento de tomar conciencia de que “somos creadores a imagen y semenza de..” ¿de qué? ¿de quién.?
Somos creadores a imagen y semejanza de aquello que pensamos. Ni siquiera de lo que hacemos, sino de lo que pensamos.
Empecemos entonces a mirar al otro como quisieramos ser mirados, evoquemos de dónde venimos teniendo presente lo único seguro de esta vida: que nos iremos de ella con lo único que hemos traído: alma, energía, llámele como prefiera..pero es lo único que se llevará.
Honrémosla.
¡Felíz Navidad,
Felíz Solsticio de verano!